
Con la cuarta plaza asegurada para poder repetir la excelente temporada de debut en Segunda División de la campaña anterior y sin nada ya en juego, excepto el orgullo de derrotar en su casa al equipo que le precede en la clasificación, el Salesianos Puertollano, el Segosala Pinturas Alyvan viaja mañana sábado, 6 de mayo, a tierras de El Quijote para medirse a partir de la 17:00 horas en el pabellón Santiago Cañizares a un equipo que este año sí ha dado el salto de calidad que se le presuponía en cursos anteriores y aún mantiene opciones matemáticas de asaltar la segunda posición de Almagro. Después de seguir a lo largo de toda la temporada el ritmo de éstas, pues mantener el de sus también paisanas manchegas de Chiloeches eran palabras mayores, el Puertollano se ha marcado como meta, además, alcanzar la cifra de los 100 goles.
Le quedan seis, pero el Segosala, con Sonia, una de las mejores portera de la categoría -si no la mejor-, no piensa ponerle fácil la tarea. Las jugadoras segovianas se han propuesto sumar seis puntos en los dos últimos encuentros y, para ello, la primera piedra en el camino es uno de los equipos que peor se les da. Además, en casa el Puertollano es un equipo que plantea partidos muy correosos, de los que no suelen gustar a las segovianas, y en los que el aspecto físico suele antojarse clave.
Tal vez por ello, consciente de que los partidos se van acumulando en las piernas y que el estado de forma de jugadoras como Sandra o María Macías se ha resentido en los últimos partidos y entrenamientos por esa concatenación de minutos, Agustín Pérez ha decidido dejar en Segovia a ambas, que hace unos días disputaban el campeonato Universitario, y apostar por un banquillo menos poblado de lo que acostumbra. De este modo, únicamente Claudia y Jimena acompañarán en la convocatoria a un primer equipo en el que se sigue a la espera de la confirmación del alcance de la lesión de Isa. Lo que es seguro es que el partido no será sencillo y el Segosala se encontrará con una de las gradas más difíciles de la categoría. De la veteranía de jugadoras como las capitanas Chivi y Eva o Moni dependerá que el resto de compañeras se contagien para jugar como un equipo y lograr abstraerse del ambiente.